Dentro de las técnicas utilizadas para la geolocalización, se encuentras las tarjetas de radiofrecuencia con soporte WiFi; un sistema de geo-posicionamiento que permite ser aplicado de manera mucho más fiable dentro de edificios o recintos cerrados, basado en tecnología de la empresa finlandesa Ekahau.
Este sistema de localización en tiempo real, conocido por sus siglas en inglés RTLS, permite desarrollar aplicaciones de seguimiento para controlar la posición de dispositivos (ordenadores, equipos médicos, carretillas en un almacén logístico...) o personas (un minero dentro de una mina o un anciano con Alzheimer en una residencia, por citar varios ejemplos). También ofrece la posibilidad de proveer contenidos a terminales WiFi en función de su localización contextual, detectando cuándo un usuario ha cambiado de zona permitiendo al sistema iniciar un proceso automatizado como respuesta a dicho cambio. El nuevo sistema está concebido para que funcione sobre cualquier red con acceso WiFi, independientemente del proveedor utilizando una técnica de posicionamiento denominada fingerprinting. Básicamente, ésta consiste en definir una serie de patrones que representan el nivel de señal que emiten los puntos o antenas de acceso inalámbricos de la red, situados en diferentes puntos del espacio físico. Estas marcas se asocian con zonas definidas por los gestores del sistema y se genera una base de datos para localizar los terminales WiFi o equipos/personas provistos de unas etiquetas especiales. La precisión de esta técnica reduce el error a tan sólo un metro, aunque el nivel de precisión va en función de cómo esté configurada la red WiFi y cuántos puntos de acceso se instalen. Ventajas Una de las ventajas de este sistema de localización es que no hay que montar un equipamiento extra; aprovechándose de las redes WiFi preexistentes. Las empresas u organismos que quieran instalarlo sólo deben tener un servidor que se ocupe de esta tarea de localización, adquirir una aplicación para gestionar el servicio, un software ligero que se instalaría en cada dispositivo WiFi y etiquetas para localizar a personas o equipos. Más allá de las etiquetas de radiofrecuencia La necesidad de conocer la posición y camino seguido por objetos o personas en interiores ha impulsado diversas soluciones tecnológicas. La primera y más conocida es la identificación por radiofrecuencia (RFID), basada en etiquetas más avanzadas que los códigos de barras. El problema de esta solución es que no ofrece localización en tiempo real como hace la tecnología RTLS; RFID es más apropiado para hacer trazabilidad electrónica (seguimiento automatizado) en cadenas de suministro. A diferencia de la tecnología RFID que requiere más inversión porque hay que montar una infraestructura de lectores y arcos detectores, la infraestructura requerida para esta nueva tecnología apenas requiere inversión. Si bien, las tarjetas RFID son más económicas, las nuevas tarjetas conllevan un recargo considerable ya que incluyen tecnología WiFi en cada una de ellas. Aplicaciones Una de las aplicaciones que más se están implantando es la interactividad con los visitantes de un museo (Museo de Arte Contemporáneo de La Coruña). Dicho sistema permitía que, cuando los visitantes se ponían delante de un cuadro, se les descargaba información sobre el mismo en las PDA que llevaban consigo, y ello sin que hubieran pulsado ninguna tecla advirtiendo de su presencia. Otra de las aplicaciones que se han implantado, es la realizada para el Hospital de Ciudad Real; que ha permitido el seguimiento del personal sanitario, pacientes y equipos (desfibriladores, aparatos de cuidados intensivos portátiles, etc.) que son muy costosos y muchas veces están mal gestionados.
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